Entendiendo los orígenes de la Fibromialgia
- Marcela Espinosa
- 22 ago 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 10 ene
La fibromialgia es un trastorno complejo y multifactorial que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque sus síntomas son ampliamente conocidos, las causas subyacentes son menos comprendidas. En este artículo, exploraremos algunos de los mecanismos biológicos clave que contribuyen al desarrollo de la fibromialgia.

Sensibilización central
La sensibilización central es uno de los principales mecanismos detrás de la fibromialgia. En términos sencillos, se refiere a un aumento en la sensibilidad del sistema nervioso central al dolor. Esto significa que señales que normalmente serían percibidas como molestias menores o simplemente no dolorosas, se amplifican, y el cerebro las interpreta como un dolor significativo. Este fenómeno se debe a cambios en la forma en que las neuronas procesan la información sensorial, creando un estado en el que el umbral del dolor está disminuido.
Desbalance de neurotransmisores
Los neurotransmisores son sustancias químicas que transmiten señales entre las neuronas. En la fibromialgia, se ha observado un desbalance en neurotransmisores clave como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. Estos químicos juegan un papel crucial en la regulación del dolor, el estado de ánimo, el sueño y otras funciones importantes. Cuando sus niveles están alterados, pueden contribuir a los síntomas característicos de la fibromialgia, como el dolor crónico, la fatiga, y los problemas de sueño.
Disfunción mitocondrial
Las mitocondrias son las "baterías" de nuestras células, responsables de producir la energía necesaria para que el cuerpo funcione correctamente. En personas con fibromialgia, las mitocondrias pueden no funcionar de manera eficiente, lo que reduce la producción de energía a nivel celular. Esta disfunción mitocondrial es una de las razones por las que las personas con fibromialgia experimentan una fatiga intensa, incluso después de realizar actividades leves.
Estrés oxidativo
El estrés oxidativo se refiere a un desequilibrio entre los antioxidantes y los radicales libres en el cuerpo. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden causar daño celular. Cuando los niveles de radicales libres superan la capacidad del cuerpo para neutralizarlos con antioxidantes, se produce un daño oxidativo que puede contribuir a la inflamación y al dolor crónico, características comunes en la fibromialgia.
Inflamación
Aunque la fibromialgia no es una enfermedad inflamatoria clásica como la artritis reumatoide, se han encontrado marcadores inflamatorios elevados en algunos pacientes. Estos marcadores indican la presencia de una respuesta inmune crónica de bajo grado que puede causar irritación y daño en los tejidos. Esta inflamación de bajo nivel puede exacerbar los síntomas de la fibromialgia, incluyendo el dolor y la rigidez.
Permeabilidad intestinal y disbiosis
El intestino desempeña un papel importante en la salud general y, específicamente, en el sistema inmunológico. La permeabilidad intestinal se refiere a un estado en el que la barrera intestinal se vuelve más "permeable", permitiendo que sustancias no deseadas pasen al torrente sanguíneo. Este fenómeno puede desencadenar una respuesta inflamatoria y afectar negativamente al sistema inmunológico. La disbiosis, o el desequilibrio en las bacterias intestinales, también puede contribuir a este problema, perpetuando el ciclo de inflamación y dolor crónico.
La fibromialgia es una enfermedad compleja en la que múltiples factores biológicos interactúan para producir sus síntomas característicos. Entender estos mecanismos es esencial para el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados. Si bien todavía queda mucho por aprender, este conocimiento nos acerca a una mejor comprensión de la fibromialgia y a la posibilidad de aliviar el sufrimiento de quienes la padecen.
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